La bronquiolitis es una afección común de las vías respiratorias inferiores que afecta predominantemente a niños pequeños. Esta enfermedad suele ser más frecuente durante los meses de invierno y está causada principalmente por un virus llamado virus sincitial respiratorio (VSR), aunque también pueden estar involucrados otros virus respiratorios.
Esta afección se caracteriza por la inflamación y el estrechamiento de las vías respiratorias más pequeñas, conocidas como bronquiolos, lo que dificulta la respiración. Los síntomas iniciales pueden ser similares a los de un resfriado común, como congestión nasal, tos, estornudos y fiebre. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, puede provocar dificultad respiratoria, respiración rápida y sibilancias (ruidos agudos al respirar).
La mayoría de los casos de bronquiolitis son leves y se manejan en casa con cuidados de apoyo, como mantener al niño hidratado, usar suero fisiológico para limpiar la nariz y proporcionar un ambiente cómodo. No obstante, en casos más severos, especialmente cuando hay dificultades para respirar, es posible que se requiera atención médica inmediata.
El tratamiento para la bronquiolitis se centra principalmente en aliviar los síntomas y mejorar la respiración del niño. En los casos agudos donde la dificultad respiratoria es significativa, es posible que el médico recomiende suministrar oxígeno al niño para ayudarlo a superar la crisis. Este oxígeno puede administrarse a través de diferentes dispositivos, como cánulas nasales o mascarillas, que permiten proporcionar la cantidad necesaria de oxígeno.
Los elementos utilizados para administrar oxígeno incluyen cánulas nasales y diferentes tipos de mascarillas de oxígeno. Estas mascarillas pueden variar en su diseño y función, como las mascarillas de nebulización, que también pueden administrar medicamentos en forma de aerosol, las de oxígeno directo, que suministran oxígeno sin alteraciones, las de reservorio, que almacenan oxígeno adicional, o las del tipo Venturi, que permiten ajustar con precisión la concentración de oxígeno.
En algunos casos en los que se necesite administrar medicamentos en aerosol, como broncodilatadores o corticoides, se pueden utilizar dispositivos como aerocámaras espaciadoras. Estas aerocámaras ayudan a que el medicamento llegue de manera más efectiva a los pulmones, especialmente en niños pequeños que pueden tener dificultades para usar correctamente los inhaladores.
Es fundamental seguir las indicaciones y recomendaciones del médico en cada caso particular. Ante cualquier síntoma preocupante o dificultad respiratoria en un niño, es esencial buscar atención médica lo antes posible. Además, es importante mantener un ambiente limpio y libre de humo para prevenir la propagación de infecciones respiratorias y reducir el riesgo de bronquiolitis.
Links utiles:
cánulas nasales, mascarillas de oxígeno, pudiendo ser estas de nebulización, de oxígeno directo, con reservorio o del tipo Venturi, aerocámaras espaciadoras.
Consulte a su médico.